Daños a la propiedad, lesiones corporales, hurto en tiendas o evasión del pago del billete: estos delitos suelen ser cometidos por jóvenes de forma esporádica y limitada. Estos delitos suelen producirse de forma impulsiva y fuera de la situación. Las posibles causas son la presión de los compañeros, el aburrimiento, la frustración o las oportunidades espontáneas. No obstante, estos delitos pueden tener consecuencias materiales y psicológicas considerables para los afectados. Sin embargo, en comparación con la delincuencia de adultos, el alcance de la delincuencia juvenil sigue siendo significativamente menor.
Los jóvenes delincuentes tienen entre 14 y 20 años. La mayoría de ellos abandonan su conducta delictiva por sí mismos sin necesidad de intervención especial. Sólo una pequeña proporción se convierte en los llamados delincuentes prolíficos, que atraen la atención por la reincidencia. La prevención selectiva y las respuestas coherentes son especialmente importantes para evitar la reincidencia y nuevos daños.
Apoyo individual a jóvenes delincuentes
Aquí es donde confluyen el derecho penal juvenil alemán y el concepto de Casa de Justicia Juvenil: la policía, la fiscalía y la oficina de asistencia a la juventud trabajan estrechamente y de forma coordinada. Los delitos juveniles se tratan tan pronto como se producen, con sentido de la proporción. La atención se centra en el concepto educativo: los jóvenes deben reflexionar sobre su comportamiento, asumir la responsabilidad de su mala conducta y, si es necesario, recibir apoyo para su desarrollo personal. Sólo se pueden prevenir eficazmente nuevas infracciones si se abordan específicamente las causas de la mala conducta.
Las medidas educativas se seleccionan de forma individual, dependiendo de la situación vital del joven y de su nivel de madurez. Las medidas posibles incluyen horas de servicio comunitario, un diálogo entre el delincuente y la víctima, cursos contra la violencia o el apoyo a más largo plazo de un trabajador social. También se puede recurrir a otros servicios de apoyo.
El Jugendhilfe im Strafverfahren (JuhiS), un servicio especializado de la Oficina de Bienestar Juvenil de Stuttgart, realiza entrevistas con los jóvenes. JuhiS acompaña a los jóvenes a lo largo de todo el proceso y ayuda al poder judicial a imponer una respuesta adecuada. El servicio especializado presenta declaraciones ante el tribunal y supervisa las instrucciones y condiciones.
Además, el personal de JuhiS aclara qué problemas tienen los jóvenes en su vida. Por ejemplo, si alguien necesita ayuda por problemas escolares, problemas de adicción o dificultades familiares, se le remite a los servicios de apoyo adecuados de acuerdo con el Código Social VIII. Alternativamente, los jóvenes son derivados a otros centros adecuados.
Proyecto modelo iniciado en Stuttgart en 1999
La idea de la Casa de Justicia Juvenil surgió en los años 90, una época en la que la delincuencia juvenil era especialmente elevada en Alemania. En respuesta a esta situación, en 1999 se inauguró en Stuttgart-Bad Cannstatt la primera Casa de Justicia Juvenil, que seguía el modelo de los "tribunales comunitarios" estadounidenses. El proyecto modelo tuvo un gran éxito, por lo que este enfoque holístico se implantó en muchos estados federados. En 2024 se inauguró una segunda Casa de Justicia Juvenil en Stuttgart-Mitte.
Como en la Casa de Justicia Juvenil colaboran estrechamente la oficina de asistencia a la juventud, la judicatura y la policía y las distancias son cortas, las decisiones importantes pueden tomarse rápidamente. Las novedades en materia de delincuencia juvenil también pueden reconocerse con mayor rapidez. La Casa de Justicia Juvenil de Bad Cannstatt es responsable del distrito judicial de Bad Cannstatt, mientras que la Casa de Justicia Juvenil del centro abarca el distrito judicial de Stuttgart.