La vida asistida significa que los inquilinos conservan su intimidad y pueden decidir por sí mismos si desean utilizar las zonas comunes y la gama de servicios e instalaciones que se ofrecen y participar en las actividades comunes. Las viviendas tuteladas para personas mayores se han convertido así en una atractiva alternativa a las conocidas residencias de ancianos.
La ciudad tiene derecho a ocupar unos 700 pisos de alquiler asistido para personas mayores, que se alquilan a bajo precio, entre seis y nueve euros el metro cuadrado, gracias a las subvenciones de los gobiernos federal y estatal y de la ciudad. Sin embargo, también hay que pagar una tarifa plana de asistencia de unos 110 euros al mes por persona.
Requisitos previos
Para mudarse a un piso de alquiler subvencionado para personas mayores, el futuro inquilino debe solicitar primero un certificado de derecho a la vivienda e inscribirse en el registro municipal de la vivienda.