Preocupaciones políticas
Stuttgart debe cumplir su papel de capital del Estado. Cosas como la llamada noche de los disturbios de Stuttgart, los ataques con cuchillo en el centro de la ciudad y los robos organizados no deben convertirse en la norma.
La política de instrucción de los últimos años debe terminar de una vez. Los ciudadanos de Stuttgart no son niños pequeños sobre cuyas cabezas se puede gobernar sin más con una mayoría de izquierdas. Ni siquiera si se cofinancian escuadrones de intimidación. El periodo de Corona también debe tener consecuencias.
Pero lo más importante para mí es sacar a la luz el despilfarro sistemático de impuestos en el sector municipal y exigir las consecuencias.