Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach tenían una visión: desarrollar un motor propulsado únicamente por gasolina que pudiera instalarse en cualquier vehículo imaginable. Para poder trabajar tranquilamente en este proyecto, Gottlieb Daimler hizo construir un cobertizo en su finca de Bad Cannstatt.
Por miedo a la competencia, los dos ingenieros trabajaron allí en el mayor secreto. El jardinero responsable del gran parque empezó a sospechar y un día comunicó a un agente de policía que sospechaba que en el invernadero se fabricaba dinero falso. La sorpresa fue mayúscula cuando la policía sólo encontró herramientas y piezas de motor en lugar de una prensa de monedas. A partir de entonces, Daimler y Maybach desarrollaron el primer motor de alta velocidad en el pequeño cobertizo del jardín en 1883, sin que el jardinero ni la policía les molestaran.
Aún hoy, el histórico cobertizo de jardín destila el encanto del siglo XIX y el banco de trabajo parece como si los dos inventores acabaran de depositar allí sus herramientas. Además de este ambiente especial, los visitantes también pueden ver maquetas del primer barco motorizado y del dirigible de Wolfert.
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