La historia de las "Stäffele" se remonta a la época en que aún se practicaba la viticultura en las empinadas laderas de los alrededores de Stuttgart. Para poder cultivar las laderas, se construyeron terrazas -escalones empinados-. A medida que la población crecía, los viñedos tuvieron que ir dejando paso a la urbanización en el siglo XIX. Lo que quedó fueron los más de 400 Stäffele (Se abre en una nueva pestaña).
Hoy en día, los escalones al aire libre acortan el camino por la ciudad para los lugareños, también conocidos como "Stäffelesrutscher". Es una forma rápida de recorrer metros de altitud y disfrutar de magníficas vistas sobre la cuenca del valle de Stuttgart. Una de las escaleras más bonitas de Stuttgart es, sin duda, la Eugenstaffel, con la cascada de agua de la fuente Galatea.
La ciudad de Stuttgart invierte varios cientos de miles de euros al año en el mantenimiento y acondicionamiento de las escaleras para mantenerlas en buen estado. Si quisiera subir todas las "Stäffele" a pie, tendría que subir unos 20 kilómetros de escalones por toda la ciudad.