Infección y transmisión
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por bacterias. Se transmite principalmente de persona a persona por vía respiratoria a través de gotitas muy finas. El periodo de incubación de la tuberculosis puede durar de semanas a meses. La infección suele afectar a los pulmones. Sin embargo, la tuberculosis también puede afectar a otros órganos, como los intestinos o los huesos.
Existe un riesgo significativo de infección por contacto estrecho y directo durante muchas horas. Sin embargo, sólo una pequeña proporción de las infecciones conducen a la enfermedad. La infección puede detectarse con un análisis de sangre o, en el caso de los niños pequeños, con una prueba cutánea. Todas las personas de contacto afectadas son identificadas, examinadas y asesoradas por el departamento de salud pública.
Si los enfermos de tuberculosis reciben una medicación constante, casi todos los pacientes pueden curarse. En los casos no complicados, el tratamiento dura seis meses, en algunos casos incluso más. El tratamiento suele iniciarse en el hospital.
Síntomas de la tuberculosis
Los síntomas suelen ser leves al principio de la enfermedad y aumentan lentamente a lo largo de un periodo de semanas a meses. Si experimenta estos síntomas, debe consultar a un médico para determinar la causa de los mismos:
- Tos persistente (que dura de tres a cuatro semanas o más)
- Producción de esputo.
- Pérdida de apetito
- Pérdida de peso no deseada
- Fatiga general
- Fatigabilidad fácil
- Sudores nocturnos abundantes
No olvide informar a su médico de cualquier contacto previo con tuberculosos.
Obligación de registrarse ante la autoridad sanitaria
La sanidad pública desempeña un papel importante en la lucha contra la tuberculosis en Alemania. La tuberculosis es una enfermedad de declaración obligatoria. La sanidad pública debe ser informada del diagnóstico de tuberculosis por el médico tratante o el laboratorio. Según la Ley de Protección de la Infección (IfSG) (Se abre en una nueva pestaña), la autoridad sanitaria tiene la tarea de garantizar que se toman las medidas necesarias para evitar la propagación de la enfermedad.
La atención a la tuberculosis en la sanidad pública es una colaboración entre el paciente y los médicos que lo tratan. El personal también realiza pruebas de detección de la tuberculosis, apoya a las personas afectadas y a sus familiares, y asesora a los ciudadanos y al personal especializado en todas las cuestiones relacionadas con la enfermedad.